Los gobiernos que hacen por los ricos, por las minorías y se roban los dineros de la nación a través de contratos con el club de amigos y comisiones que se quedan hasta con el 40% del proyecto respectivo, estos gobiernos son “buenos” gobiernos. Y si no pregúnteles a los medios de comunicación al servicio del capital, la corrupción y el mal gobierno, que les da contratos a granel. <reír llorando>.
Si hay un gobierno que hace por los pobres y marginados, que enfrenta a los corruptos, las burocracias y las falsas noticias, es un mal gobierno. <reír llorando>.
Las redes sociales son el epicentro de la multiplicación de los enfrentamientos a través de calificaciones y descalificaciones, donde solo importa agredir y cuando se emplaza judicialmente, basta con decir que se retractan y en el peor de los casos “borrar” los improperios. <reír llorando>.
Igual de risible y grotesco ver a un asalariado o desempleado apoyando al político corrupto y mentiroso. <Reír llorando>
Esta pesada realidad nos quiere quitar hasta las ganas de reír. Tocará entonces como la poesía de Garrik: «reír llorando».
Volver a Garrik:
«El carnaval del mundo engaña tanto,
que las vidas son breves mascaradas;
aquí aprendemos a reír con llanto
y también a llorar con carcajadas». (Juan de Dios Peza)